Pese a que el anestro puede aparecer en cualquier momento del año, el mayor porcentaje de granjas afectadas aparece en los meses de verano y otoño. Esto es porque el “anestro estival” tiene una fuerte base fisiológica heredada de la estacionalidad reproductiva de su ancestro, el jabalí, modificada en parte a lo largo de los años por la domesticación.
Las hembras de jabalí solo tienen actividad ovárica desde noviembre hasta abril.
La luz, la temperatura y la disponibilidad de alimento controlan el funcionamiento del eje hipotálamo-hipofisario-ovárico (H-H-O) en la especie salvaje para asegurar la supervivencia de los jabatos.
En la cerda doméstica, la posibilidad de supervivencia de los lechones en la granja es muy elevada y el eje H-H-O funciona correctamente durante todo el año, considerándose una hembra poliéstrica continua (Figura 1).
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Sin embargo, al igual que ocurre en la vida silvestre, el eje H-H-O se puede bloquear cuando aparece estrés persistente debido a fallos de manejo:
Calor excesivo
Alojamientos inadecuados
Restricciones alimentarias
Interacciones sociales molestas
Ruidos
Cambios de operarios
DIAGNÓSTICO DEL ANESTRO
La ausencia de celo es fisiológica antes de la pubertad, durante la gestación, lactación y los siete primeros días tras el destete (Figura 2). Sin embargo, su aparición en cualquier otro momento del ciclo productivo se considerará un problema patológico en la especie porcina.
Puede afectar tanto a hembras nulíparas preparadas para entrar en producción (anestro prepuberal y anestro postpuberal) como a hembras multíparas que después del destete pasan de nuevo a la sala de cubriciones (anestro postdestete). También podemos diagnosticarlo en hembras de la granja que presentan otros problemas reproductivos (vacías, abortadas, etc.).
Una cerda reproductora en anestro presenta un problema de infertilidad que impide su salida en celo y la inseminación y, por tanto, la preñez.
Es importante identificarlas cuanto antes para decidir si se tratan con gonadotropinas o se eliminan de la producción, evitando prolongar el número de días no productivos y las pérdidas económicas asociadas.
El análisis periódico del índice destete salida en celo (IDC) de la granja (diferenciando hembras primíparas y multíparas) es fundamental para el diagnostico.
Se considera un problema de anestro cuando el número de cerdas que no salen en celo siete días tras el destete aumenta por encima del 7%.
No todas las hembras de la granj...